Una de las cosas positivas del invierno es que me inspira a hacer sopas. Este año he decido probar nuevas recetas y ésta fue un excelente comienzo. Esta sopa es deliciosa con un toque de picante, lo ideal para calentar el alma y el cuerpo después de un frío día invernal.
Ingredientes:
1 cucharada de aceite de oliva
1 cebolla, picada en daditos
2 chiles poblanos, sin semillas, picados en daditos
3 dientes de ajo, picaditos
1 cucharadita de orégano en polvo
1/2 cucharadita de chili en polvo
1/2 cucharadita de paprika en polvo
1/2 cucharadita de sal
1/8 cucharadita de pimienta negra molida
1/8 cucharadita de comino en polvo
1/2 kilo (o 1 libra) de pechuga de pollo (aproximadamente dos pechugas)
1 lata grande (28 onzas) de tomates picados
4 tazas de caldo de pollo
1 lata (15 onzas) de maíz en grano
1/4 taza de harina P.A.N. diluida en 1/2 taza de agua
Jugo de un limon
Topes:
Tiras de tortillas crujientes
Aguacate, picado en dados
Cilantro fresco picado
Crema agria
Preparación:
Calentar el aceite en una olla a fuego medio, agregar la cebolla y los chiles poblanos y cocinar por unos 5 minutos. Agregar el orégano, chile en polvo, paprika, sal, pimienta y comino, cocinar por otros 3 minutos. Agregar el ajo y cocinar por 30 segundos. Colocar las pechugas de pollo en la olla y agregar los tomates en lata y el caldo de pollo; llevar a un hervor y luego reducir la temperatura y dejar cocinar por alrededor de 30 minutos, hasta que las pechugas esten cocidas. Sacar las pechugas de la olla, desmenuzarlas y regresarlas a la olla, agregando tambien el maiz en lata. Agregar lentamente el harina P.A.N. removiendo constantemente para incorporar bien. Dejar cocinar por unos 5 minutos mas, luego bajar del fuego y agregar el jugo de limon. Servir la sopa y decorar con el aguacate, cilantro y tiras de tortilla crujientes.

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